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Jorge Campos, el arquero goleador que llegó de Acapulco

Por History Channel Latinoamérica el 19 de Julio de 2018 a las 13:06 HS
Jorge Campos, el arquero goleador que llegó de Acapulco-0

Reserven sus asientos, el balón comienza a girar y nosotros con él; armamos las maletas y viajamos miles de kilómetros para disfrutar esta pasión llamada Fútbol.

Acapulco ha inspirado canciones, películas y poemas. Y es que la belleza de su bahía, su amplia oferta gastronómica y su vibrante vida nocturna cautivan a todo aquel que la visita. Fue entre sus playas de arenas blancas donde Jorge Campos comenzó a practicar las “voladas” increíbles que, años más tarde, repetiría defendiendo el arco de los Pumas y de la Selección Mexicana de fútbol. Hoteles.com ofrece inmejorables alternativas para conocer es rincón único en el mundo.

Contra todos los pronósticos, Campos desarrolló las habilidades que lo catapultaron a la máxima categoría del fútbol mexicano en una zona repleta de las típicas distracciones para un atleta de alto rendimiento: bares, discotecas y resorts de lujo. De niño, “La leyenda del arco” disfrutaba montando los caballos de su abuelo “Cunco” por las arenas blancas de su pueblo natal, y por supuesto, jugando al fútbol.

Los rumores sobre su nivel futbolístico llegaron a los oídos de un reclutador de los Pumas de la UNAM, que le ofreció una prueba en el club. Y aunque en principio su padre se negó, Jorge viajó a la Ciudad de México para entrenarse con el equipo en el cual debutaría en Primera División, en 1988.

Cuenta la leyenda que tras su debut debió pasar todo un año en la banca, pues su colega Adolfo Ríos estaba firme en la portería. Ante esta situación, el joven guardameta solicitó jugar como delantero, posición en la que alternaría a lo largo de toda su carrera, llegando a marcar la nada despreciable cifra de 46 goles.

Pero Campos no solo se transformó en un jugador emblemático por sus goles y atajadas, sino también por los extravagantes uniformes de colores fluorescentes con los que salía al campo y que él mismo diseñaba con paciencia. Esos atuendos lo hicieron mundialmente famoso, en especial cuando le tocó defender el arco de la Selección Mexicana.

El arquero goleador disputó 130 partidos con la camiseta tricolor y participó en 3 Copas del Mundo: Estados Unidos 94, Francia 98 y Corea/Japón 2002. Sin embargo, más allá del éxito que cosechó como futbolista profesional, nunca dejó de regresar a la casa de Acapulco para recordar sus orígenes y disfrutar nuevamente del paraíso que lo vio crecer.

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